Viene
lluvia nuevecita
tan
clara como un diamante
quiere
darle a la montaña
la
nieve de sus encajes
busca humedecer la tierra
para
que el polvo no escape
y
que se luzcan las plantas
con su verde más brillante
pero
antes de llegar al suelo
le
tiende una trampa el aire
y
todo sucio la asalta
para
mancharle su traje
cargada
de aire cochino
la
pobre lluvia que cae
se
vuelve acida y turbia
dañando
plantas y árboles
llora
y solloza la lluvia
nadie
logra que se calle
y
entre suspiros acusa:
¡¡La culpa la tiene el aire!!
¡¡La culpa la tiene el aire!!
2 comentarios:
Muy bonito el poema
muy triste realidad
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