
¡No puedo creerlo!
¡Me toca de nuevo!
Me llevan a rastras
donde el peluquero
Me pone colgando
en sillas bien altas
me amarra el pescuezo
con una toalla
después, algodones,
quedo acogotado
con un gran babero
que atrapa mis manos
Mientras el peluque
Cortando, cortando,
me tuerce el cogote
para todos lados,
primero es la máquina,
después las tijeras
que me picotean
toda la cabeza
se llenan de pelos
los ojos y el cuello
mientras mis mechones
van cayendo al suelo.
Se duermen mis piernas
y desde el espejo
me mira mi papi
por cuatro reflejos;
me tiran las mechas
con peine y cepillos
me echan agua fría
¡Esto es un suplicio!
me pica el cogote
se hiela mi nuca
mientras ellos ponen
cara de ternura
por este castigo
me merezco un premio
¡Parezco escobilla!
¡ODIO al peluquero!
Autor: Jano Antrix
Copyright © 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario